Mujer y Experiencias Vitales

«La belleza de la mujer se halla iluminada por una luz que nos lleva y convida a contemplar el alma que habita tal cuerpo, y si aquélla es tan bella como ésta, es imposible no amarla.» —Sócrates

Artista autodidacta, Esteban Castillo combina su pasión por la escultura con la profesión de montador. Aunque desde niño le atrajo el mundo del arte y en especial la escultura, no fue hasta hace unos siete años que se decidió a dar rienda suelta a su inquietud artística trabajando tanto en piedra como en hierro para crear piezas originales.

En el arte escultórico, la mujer, su sensualidad y sus formas son su inspiración. A partir del volumen, establece un diálogo formal con el espacio, juega con la luz que incide sobre ella y se vale de la calidad de la piedra (el material elegido para esta muestra) y la destreza en la talla, para lograr expresar la fuerza de la belleza del cuerpo de la mujer.

La figura femenina se materializa en estas obras que representan a esposas, hijas, madres, hermanas, diosas, reinas… en definitiva, a la mujer y sus experiencias vitales. Desde las más positivas, como el embarazo, hasta las más dramáticas, como la anorexia, el aborto o el cáncer.

Esteban no mide la belleza de una mujer por su complexión o sus ropas sino que busca la pureza y la ternura de las formas. Sin importar los estereotipos de belleza, Castillo nos muestra la delicadeza que toda mujer tiene en sus formas femeninas, a través de las curvas y su sensualidad reposada.

En sus paseos por el campo, Esteban descubre rocas, piedras en las que su imaginación encuentra bellos cuerpos femeninos, y se enfrenta con valentía a la dura piedra, sacando de ella sugerentes figuras, consiguiendo transformar la roca de forma que el material transmita la suavidad y delicadeza de la piel femenina, a la vez que saca a la luz la fuerza de las vivencias existenciales de la mujer y el reflejo que estas dejan en su anatomía.